El taller de piñero, si no existiera habría que inventarlo.
Llevábamos muchos años pensando nuevas formas de
presentar la comida.
Es muy gratificante tener el apoyo de una persona como José
Piñero que nunca tiene un no.
Hay un trabajo brutal, no solo de terminación en las piezas, también de creatividad.
No solo pensar en lo que hay dentro del plato, también como
hacer que la experiencia del cliente mejore y sea diferente,
con todo lo que hay alrededor del plato.
Le cuentas una idea, que es lo que quieres hacer y el le da
ese puntito. Depende lo que tu quieras, si es más serio o más
cachondo.
Las personas con creatividad e ingenio nos facilitan la vida, porque nuestro tiempo es escaso.
José Piñero ha conseguido algo muy interesante, en esencia,
que no solo vayamos al mercado a ver que hay y que vale
para nuestra creación, sino que esa creación se convierte en
un elemento coral que abraza a nuestra creación.